Con 14 nominaciones al Oscar, incluyendo, por supuesto, mejor vestuario, La La Land no sólo nos ha hecho suspirar de emoción en las salas de cine, sino dejarnos boquiabiertos por el estilo clásico y elegante que se despliega en la pantalla. ¡Amamos a Mía y queremos su armario! Por eso, aquí te compartimos 4 lecciones de estilo que aprendimos de La La Land.
1.- Colores que brillan, estampados que emprenden el vuelo
¡Vestido icónico a la vista! Este outfit de Mía quedará para siempre en la memoria del cine gracias a su sencillez y encanto. Es hora de los vestidos con vuelos y colores que nos inspiren a bailar y celebrar nuestra libertad.
¿Te gusta este estilo? Puedes decidirte por colores en tonos más suaves y estampados primaverales.
2.- Colores pastel con la ilusión del verano
El amor hace que todo luzca mejor y pinta el cielo de colores pastel. ¡Esta es la inspiración perfecta para tu outfit en esa cita que se volverá inolvidable! Dile sí a combinar tonos pastel y saca a pasear tu falda midi. ¡Irradiarás romance a cada paso!
3.- El infalible vestido blanco
La nostalgia y la magia de aquella secuencia final en la que Mia y Sebastian tienen su baile final es posible con el infalible vestido blanco que nunca debe hacer falta en nuestro clóset.
Siempre es bueno tener a la mano un vestido que nos ayude a transmitir delicadeza y que pueda convertirse en nuestra mejor arma para lucir elegante en un evento que cuente con una noche estrellada.
4.- Tacones para conquistar, bajitos para bailar
¿Quién no se reconoció al ver a Mía cambiarse los tacones por unos zapatos más cómodos? ¡Es una lección para la vida! Un par de zapatos bajitos te puede salvar de un apuro cuando simplemente tus pies ya no resisten más. Así que dile sí a esos tacones de infarto... pero lleva siempre contigo a tus fieles zapatos bajitos. 
El estilo único de Mia en La La Land es el recordatorio perfecto de que un buen outfit puede ser lo que necesitas para causar una gran impresión en la persona que se convertirá en la mejor historia de amor que jamás has vivido. Y si no es así, al menos te verás fabulosa en el proceso.