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Asonante, una travesía sensorial

Y llegamos al final del 2020. Ha sido un largo y tortuoso camino que parece no tener fin. Con el corazón estrujado, avanzamos pausadamente ante un futuro incierto, con someras expectativas, tratando de mantener una actitud positiva… y muchas veces, incluso la cordura.
Pese a todo ello, también fue un momento de reencuentro, de autoreflexión, de cambiar rumbos y de mucha solidaridad. Encontramos halos de luz que lograban penetrar la gruesa capa gris que se cernía sobre nosotros. Las colaboraciones representaron todo ello y esparcir generosidad se convirtió en una fuente de inspiración para nosotros.
Y conocimos personas con un impulso sostenido, llenos de pasión por lo que hacen.
La palabra empatía ha cobrado un nuevo significado durante este año, y nos llega de orgullo y satisfacción, terminarlo realizando una colaboración con una empresa campechana: Asonante. 


Cuando fui a conocer a Esther Solís, iba por una charla de una hora y terminamos platicando cuatro. Con humildad escribo, que para mi fue una conexión instantánea. Quedé embelesada con su historia, su filosofía, su empresa, pero sobre todo con su personalidad. Fue como encontrar un tesoro en medio de la jungla. Verme reflejada en muchas de sus ideas, compartir sus deseos y aspiraciones, fue un regalo anticipado.

Esther tiene varios años diseñando y lanza en el 2019 Asonante: “Aquellos que comparten los sonidos vocálicos en idéntico orden”.

Su objetivo es crear una marca de moda realmente sostenible en todos los sentidos, “una marca que no fuera la más grande del mundo, sino la mejor para el mundo”.
Ella descubrió, mientras estudiaba, que existían grandes depósitos de desperdicios de tela, que invariablemente terminarían en vertederos. Empezó a curarlos transformándolos en piezas únicas. “Donde otros ven basura, Asonante ve piezas que renacen”.

 

Su marca busca la sustentabilidad al 100%, construyendo sus colecciones utilizando fibras naturales, fomentando los teñidos naturales; o textiles recuperados como mermas, rollos fallados, saldos o errores de productos que son vistos como basura. Parte importante de su visión es construir colaboraciones a largo plazo y formar comunidad con los artesanos, preservando nuestra cultura a través de la incorporación de técnicas tradicionales de tejido, como la “técnica del aro”. 

 

Otro aspecto importante de su filosofía recae en la confección, ya que la elaboración de cada prenda está a cargo de talleres en donde el oficio del modisto sastre se recupera, los sistemas son afines a la alta costura y cada prenda es detallada de principio a fin.

 

En sus propias palabras: “A través de la ropa, buscamos unir los diálogos entre el artesano, el sastre y la innovación. Creando piezas versátiles y atemporales que te permitan vestir de la manera en como piensas”.

Finalmente comparto este hermoso texto que forma parte del ADN de la marca y que es el perfecto reflejo de su intención:

Memoria Limpia. La simpleza de las formas, el paso del tiempo en los objetos y el respeto por la memoria. El cuerpo y el espacio cambian, pero el alma no. Y la arruga, la erosión, el óxido, la tierra nos recuerdan que lo que perdura es el alma.
Creemos en mantener la memoria y respetar la pureza de los materiales y el paso del tiempo desde una visión limpia, clara y verdadera. Sin aditamentos, sin ornamentos ni arreglos superficiales.

Muchas gracias Esther, por permitirnos compartir tu pasión.

Agradecemos a cada una de las empresas que nos brindaron su confianza, que nos compartieron sus sueños. Nos permitieron ver colores, en una paleta que teñía de gris.
Gracias, hemos aprendido mucho de ustedes y nos han impulsado a hacer más y ser mejores.

Casilda Mut
Pau Román
Hecho en Cuerno
Mónica Márquez
Third Eye